martes, 16 de marzo de 2021

“El teatro sirve para transformar el mundo, tenemos que aportar nuestro granito de arena”

A días del debut de “¿Cuántas son muchas?” 

en el Centro Cultural San Martín, su directora, Valeria Lorca, 

dialogó con Infobae Cultura sobre la necesidad de invitar a pensar 

desde el teatro la injusticia social que viven las mujeres 

por el solo hecho de ser mujeres

“El arte trabaja visibilizando causas que están subyaciendo”, reflexiona Valeria Lorca y agrega: “el teatro sirve para transformar el mundo”. A días de presentar su nueva obra, la actriz y directora argentina dice que cuando empezaron a buscar material, junto a la compañía, “todos los días había una noticia de una mujer muerta por un hombre”. Así, se decidieron por encarar la problemática de la violencia de género desde el escenario.

“Empezamos a sentir esa necesidad de hablar de esto y buscamos obras que hablaran de femicidio”, explica Lorca en esta entrevista con Infobae Cultura. “Hay un grito que no están escuchando, llegó la hora de poner atención”, afirma, con la convicción de quien quiere dar voz a miles de mujeres cansadas de decir “basta” y que todo siga igual.

El 19 de marzo, ¿Cuántas son muchas? inaugurará la temporada teatral del Centro Cultural San Martín. La obra escrita por Humberto Robles y reversionada por Valeria Lorca podrá verse los viernes a las 21 horas, en la Sala Muiño.

—En un momento tan complicado y en este mes en el que se conmemora el Día de la Mujer, es muy bueno que esta problemática llegue al teatro. Más allá de que esta obra, en particular, transcurre en Ciudad Juárez, México, donde la violencia de género es otra pandemia.

—Es una problemática que sucede en cualquier rincón de este planeta. Cuando empezamos con la compañía a buscar un material, a ver de qué queríamos hablar, nos levantábamos todos los días y había una noticia de una mujer muerta por un hombre. Parecía que nos estábamos acostumbrando a esta realidad y nos pareció muy importante empezar a hablar de esto. El arte trabaja y funciona visibilizando causas que están subyaciendo. Los griegos hablaban de sus problemas en las grandes tragedias, de problemas muy cotidianos, y los ponían en escena. Era una manera de comunicar a la gente lo que estaba sucediendo en la sociedad. Empezamos a sentir esa necesidad de hablar de esto y buscamos obras que hablaran de femicidio. Esto fue hace dos años. Así llegamos a Mujeres de arena de Humberto Robles, un autor mexicano que nos pareció fantástico y, más allá de que sucedía en México, lo sentíamos muy cercano a lo que pasa en Argentina.

—Entonces, parte de una necesidad de ustedes de hablar de este tema, de llevar al escenario lo que nos está pasando todos los días.

—Totalmente, y ver cómo desde una obra de teatro podíamos sacudir e interpelar a la gente. Repensar una situación terrible para las mujeres por el solo hecho de ser mujeres. No hay una causa que justifique la muerte, es solamente por ser mujeres, por ser más indefensas, por depender económicamente del hombre. Desde el 2005 al 2020 murieron 3.500 mujeres, es una locura, tenemos que hacer algo, no podemos ser indiferentes. En Argentina hay más de un femicidio por día, tenemos que hacernos cargo.

—A las mujeres los derechos no nos vienen dados por existir. Tuvimos que luchar por ir a la escuela, por el voto. Hoy en día hay países en los que las mujeres todavía no pueden firmar un contrato si no tienen permiso del marido.

—La desigualdad laboral de la mujer... ¿Por qué una mujer teniendo el mismo trabajo cobra menos que un hombre? Hemos hecho grandes conquistas en todos estos años, conseguimos el voto femenino, la legalización del aborto que tanto nos costó. Hoy en día cuesta, hay sectores que todavía se resisten.

—¿Cuál sentís que es el rol del arte y del teatro en estas causas?

—Es fundamental. Si no empezamos a hablar de esto, no va a parar. El cine, la música, el teatro han tenido grandes movilizaciones en estos últimos años. Nosotros teníamos la obra, habíamos ensayado un año y a una semana del estreno, que iba a ser el 19 de marzo del 2020, el presidente dio un discurso que nos dejó helados. Venía la pandemia, los teatros se cerraban, el mundo se cerraba y no sabíamos qué iba a pasar. Estamos estrenando exactamente un año después de esta locura. Lo sentimos como un mensaje. Teníamos que hacerlo, teníamos que visibilizar esto. Estamos en el camino correcto.

—Durante la pandemia, el único delito que no bajó fueron los femicidios.

—Es una verdad impresionante. ¿Dónde está el peligro para las mujeres? En nuestras casas, en nuestros seres más cercanos, en nuestras parejas. No todas, obviamente, pero es algo para rever el cómo estamos viviendo. Hay algo que está sucediendo en todos los ámbitos, las mujeres estamos ganando lugares y concientización de que hay cosas que ya no queremos, que ya no permitimos.

—Sí y, sin embargo, abundan los casos de mujeres asesinadas que habían denunciado muchas veces.

—Tener una tobillera o un botón antipánico, si no hay una Justicia que actúe rápidamente, autoridades policiales, ministerios, no tiene sentido. Hay un grito que no están escuchando y llegó la hora de poner atención a estas mujeres y a estas aberraciones que están sucediendo.

—¿Con qué nos vamos a encontrar en el teatro?

—La obra está escrita en base a testimonios de víctimas y familiares de las víctimas. Cuando la hacíamos sentíamos que nos estábamos sumergiendo en un infierno.

—¿Padecieron el trabajo?

—¡Uf! El primer ensayo, todos abrazados llorando. Fue muy movilizador.

—Son distintas historias, ¿distintos relatos reales?

—Desde 1992 al 2001, Robles recolectó estos testimonios y mi trabajo fue adaptarlos. Si bien se sitúa en Ciudad Juárez, necesitaba hacerlo más cercano. Esta obra te atraviesa, te ubica en qué es lo que hago para que esto no siga sucediendo, desde mi pequeño granito. Los actores somos agentes transformadores sociales, ponemos en escena una problemática y la mostramos, no la juzgamos, pero en el público va a estar muy claro lo que está pasando.

—Si el espectador sale del teatro y repiensa su situación o pide ayuda, si la necesita, ¿es de alguna manera una misión cumplida?

—La obra hace foco en el hombre, en el rol que ocupa y la transformación que viene teniendo. Esta deconstrucción famosa que vamos viendo en ellos por este feminismo a nivel mundial que lo obliga a transformarse. Tengo un montón de amigos que están viendo las cosas de otra manera y que se animan a decirlo. Hay programas de televisión que en una época permitían cosas terribles que hoy en día no podrían estar al aire. El lugar de las mujeres era un mero objeto y hay un sector de la sociedad que está empezando a darse cuenta de esta injusticia.

—¿Son historias que se conectan entre sí o son historias separadas?

—Son historias separadas. Una mujer que está recordando a su prima Micaela que desapareció de la nada, una madre que busca a su hija adolescente que fue a trabajar a la fábrica y no volvió más, una nena adolescente que escribe su diario íntimo y ves los sueños que tenía, la felicidad, y cómo le cortaron la vida de una manera abrupta. Al mismo tiempo, hay unas recomendaciones de la policía de México que las hago decir por clowns porque son totalmente absurdas. Le da recomendaciones a las mujeres para que no las violen.

—¿Cómo llegan al título, al nuevo título?

—Porque sentimos más que nunca que son muchas. ¿Cuántas tienen que morir para que empecemos a hacer algo? Cada día son más. Tenemos que decir “basta, hasta acá llegamos, empecemos de cero”. Empecemos a sincerarnos. Estos hombres que cometen femicidios no están bien psicológicamente.

—¿Te gustan los proyectos que tienen un mensaje fuerte?

—Me encantan las obras cuando tienen un mensaje. Creo en esos proyectos en los que la gente se va del teatro pensando. El teatro sirve para transformar el mundo. No nos podemos quedar con la vanidad de mostrarnos y de ser exitosos. Tenemos que aportar nuestro granito de arena. Soy feliz en esos proyectos.

—Cada uno desde su posibilidad aporta su granito de arena. Lo importante es poner el tema sobre la mesa.

—El otro día hubo toda una discusión sobre Florencia Peña que hizo la tapa de una revista. A mí me parece fantástico. Hubo comentarios de periodistas que no la acompañaban, mujeres. Visibilizar esta causa donde sea me parece fundamental. El fin es lo que tiene que estar presente. Flor no es una oportunista, no es una persona que empieza ahora a hablar del tema. Viene hablando hace tiempo y es maravilloso lo que hizo. Donde vos puedas comunicar y transmitir esto, es maravilloso.

—A las mujeres y a las feministas nos exigen una única línea de pensamiento, como si no valiera pensar distinto en algunas cuestiones y expresarse de maneras diferentes.

—Desde el lugar que cada una ocupa, lo importante es hablar del tema. No es “si sos vedette, no tenés que hablar”. ¿Por qué? ¿Qué es esto? Este tema llegó para quedarse. No tenemos que sentirnos dueñas del feminismo sino ampliarlo y que lo transiten distintas personalidades.


*La obra se presenta desde el 19 de Marzo durante seis funciones los días viernes a las 21:00hs en la sala Enrique Muiño del Centro Cultural San Martín.

Análisis de la obra en The National Taiwan Normal University - Taipei

En The National Taiwan Normal University, Foreign Languages Department, Contemporary Western Drama se analiza la obra de teatro "Mujeres de Arena"