sábado, 12 de marzo de 2011

Ciudad Juárez, al descubierto


Alicia Martín

La compañía de teatro aficionado Maru-Jasp representará este fin de semana en La Galera la obra ‘Mujeres de arena’.

Los asesinatos de cientos y cientos de mujeres en Ciudad Juárez son el hilo conductor de Mujeres de arena, la obra del mexicano Humberto Robles que se representará este fin de semana en las tablas del teatro La Galera de la mano de la compañía Maru Jasp.
Es uno de los textos más representados del teatro contemporáneo –más de 60 compañías se han subido al escenario para recordar a las mujeres de Ciudad Juárez– y en el marco del Día Internacional de la Mujer, se representará en rincones de todo el mundo como la Ciudad de México, Iztapalapa, Guadalajara, Monterrey, Monclova, Ramos Arizpe, Florencia, Seattle, Valencia, Río Grande, Sydney y, por supuesto, Alcalá.

Para ello, contaron con el asesoramiento de Javier Juárez, un periodista complutense que realizó su tesis doctoral sobre la crítica situación que se vive en esta ciudad de México, llegando incluso a fundar la organización Sin Ellas No Estamos Todos, y que les hizo llegar el texto, consciente de la gran sensibilidad de Maru Jasp que, al conocerlo, se sintieron en la “obligación en llevar a todos los escenarios posibles estas historias de mujeres que no tienen salida en sus vidas y su país”.

Por otra parte, Juanma Casero será el encargado de la dirección del montaje que se realizará en la ciudad complutense, y explica que “es un texto que el propio autor creó con la intención de que se diera a conocer por todo el mundo para difundir la situación que existe en México. De hecho, está libre de derechos de autor, no obtiene ningún beneficio”.

El texto recoge los testimonios de cuatro mujeres –una madre, una hija, una prima y una joven asesinada– víctimas del feminicidio que se viene perpetrando en Ciudad Juárez desde 1993, intercalados con diversos poemas de varios autores. Un actor participa dando cifras y datos sobre esta guerra de baja intensidad contra las mujeres y la nula acción del gobierno mexicano para frenar, erradicar y prevenir estos crímenes.

Sin embargo, esta representación lleva el sello de Casero ya que “hemos intentado que sea más cercano en el tiempo y en a la cultura europea, quitándole el peso trágico de las obras que vienen de América. Nos acercamos al drama, pero quitándole la tragedia”. De esta manera, añade que “nuestros personajes sufren, sí, pero queremos recordar que son gente alegre y con una vida”.

Y es que el miedo con el que las mujeres viven en Ciudad Juárez es difícil de describir con palabras. Tal y como explica el director, “es complicado identificarse con lo que sucede tan lejos. Parece impensable que desaparezcan cientos de mujeres y de niñas en un país de los que llamamos desarrollado o del Primer Mundo. De hecho, nosotros mismos nos escandalizamos cuando se dan la cifra de 100 mujeres muertas en un año, y allí es casi esa misma cifra pero en un solo mes. Eso a nosotros se nos escapa, no lo podemos comprender”.

Por ello, se creó esta obra documental, para denunciar ese feminicidio continuado que Casero lleva a las tablas de una forma “muy dinámica, con muchas entradas y salidas del escenario”. Sin embargo, el director prefiere no dar muchas pistas sobre el montaje porque como él mismo dice: “¡Hay que verlo!”.