NOTA PUBLICADA: 12/3/2011
Lo han hecho desde hace casi 20 años los familiares de las víctimas y numerosas organizaciones civiles, pero la denuncia y la memoria sobre el feminicidio en Ciudad Juárez alcanzan una expresión más intensa y contundente cuando se lleva a escena.
Y eso es lo que ha hecho el cuarteto de actrices leonesas integrado por Natyeli Guevara, Julieta Escobar, Isaura Martínez y Karen Mota, quienes el pasado fin de semana presentaron en el Teatro María Grever el montaje “Mujeres de arena”, original de Humberto Robles.
Realizado con la beca para producción artística conferida por el Instituto Cultural de León a Natyeli Guevara, el montaje leonés de “Mujeres de arena” se une a las más de 50 versiones que de esta obra se han hecho en México y una docena de países, con el fin de evitar el silencio y olvido sobre las más de mil mujeres asesinadas y más de 600 desaparecidas en Juárez.
Nutrido con los testimonios de familiares y amigos de víctimas de una oleada de crímenes que han quedado impunes, el texto combina también los datos documentales y las aportaciones reflexivas, críticas o poéticas de personajes como Antonio Cerezo, Denise Dresser y María Hope, entre otros.
En medio de un escenario lacónico, cubierto de arena blanca, las cuatro actrices se transmutan en múltiples voces que expresan la dimensión de lo trágico que es ser mujer en Ciudad Juárez. Natyeli, Julieta, Isaura y Karen, se convierten en Natalia, esa estudiante fan de Selena que un día no regresó de la escuela; Micaela, esa chica que aparentaba ser la encarnación de la felicidad y a la que ya sólo sus seres queridos buscan o Eréndira, la joven trabajadora que es entregada como un costal de huesos a sus incrédulos parientes.
La puesta en escena, dirigida por Israel Araujo, se convierte en un vívido réquiem que acerca a los espectadores lo que a veces es simplemente una nota más entre la marejada de absurdos de los noticieros. Dota de dimensión humana a la tragedia de esas mujeres sepultadas entre las arenas del desierto juarense y multiplica sus voces de un modo alejado, gracias al mérito de su dramaturgo, del tono panfletario.
El texto de Humberto Robles halla unas cómplices sensibles y dotadas en el cuarteto de jóvenes actrices leonesas que le han dado vida y que prestan su voz a esos cientos de mujeres a las que la violencia han cortado de tajo la suya.